lunes, 20 de septiembre de 2010

Fin de semana en Ubud



Este fin de semana nos hemos aventurado a conocer un poco mejor la isla, porque después de un mes aquí ya nos tocaba hacer alguna excursión a más de 15 km de distancia. El problema es que aquí en Bali las cosas más sencillas se hacen complicadas, así que al final nuestra visita a Ubud ha sido algo accidentada.

Nada más salir de Sanur, la primera en la frente: un policía nos hace parar en el arcén y nos coloca una multa por la terrible infracción de (insertar aquí un redoble de tambores) pisar un palmo de paso de cebra durante la fase roja del semáforo!! TOMA YA! Ni que decir tiene que la multa no era tal y que nisiquiera llegó a sacar su cuaderno para documentarla, porque aquí todo es negociable y tras un elegante regateo lo "solucionamos" pagándole 100.000 rp. (unos 9 euros) y nos dejó marchar. Lo peor de todo es que ésta no era nuestra primera multa en Bali y el día anterior nos habían colocado otra por una infracción parecida. Son unos sinvergüenzas de mucho cuidado. Abusan del extranjero todo lo que pueden y parece que tenemos todos cara de dólar.

Después del mal rato con el policía nos encaminamos hacia Ubud, que está a unos 40 km., distancia que recorrimos en la friolera de dos horas más o menos... Las indicaciones en las carreteras de Bali son, o bien inexistentes o están tapadas por la frondosa vegetación. Así que nos perdimos durante un buen rato. Soy de naturaleza romántica y a David le encanta fotografiar bonitos paisajes, así que lo de perdernos no sería "big deal" si no tuviéramos a un pequeñajo gritón en el coche que puede hacer perder los nervios al más sereno de los conductores.

Una vez en Ubud, encontramos un "Guest House" encantadora y bastante económica y, una vez instalados, se puso a llover, como diría mi añorada madre, "sin conocimiento". O sea, llovía como si no fuera a llover nunca más, como si toda la lluvia del mundo fuera a terminarse esa noche, como si el cielo hubiera decidido desprenderse de donde quiera que esté anclado... Escuchando llover durante toda la noche yo pensaba que cortarían las carreteras, que habría inundaciones, no sé, que saldríamos en las noticias.... Pero no. Al día siguiente todo estaba normal. Mojado, pero normal.

Y como no hay dos sin tres, cuando fuimos a arrancar el coche de alquiler por la mañana estaba sin batería. Bién. No pasa nada. Pedimos a alguien unos cables para recargarla y lo solucionamos en un pis pas... ¿qué? cables para qué? para la batería? Todo esto en un inglés muy de andar por casa. Yo intentando explicar que necesitaba cargar la batería con unos cables y un buen hombre que me enseña unas pilas... ¡CLARO! "Do you need batterys"? Sería gracioso si no estuviera lloviendo a mares otra vez. Unos chicos muy amables se ofrecieron a ayudarnos y empujar, pero el coche había decidido no arrancar y no hubo forma. Por suerte la empresa de alquiler de coches nos lo solucionó en un par de horas enviando a un mecánico.

Ah! sí, Ubud muy bonito. Y verde que no veas.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Disfrutando de Bali







Hace unos días que por fín encontramos casa, así que llevamos casi una semana de relajo total disfrutando de Bali.
La casa es preciosa y muy grande, aunque tendremos que "customizarla" un poco para que sea algo más hogareña, porque hoy por hoy tiene un cierto aire "Familia Monster". Lo mejor es el jardín y la piscina, que, aunque es compartida, está vacía casi siempre. Tiene tres habitaciones y tres baños muy grandes. La cocina es tremenda, no tiene nada más que unos fogones pelados, una encimera y un grifo. Pero es que paradójicamente aquí, en el tercer mundo, la gente apenas cocina en las casas, y lo compran todo hecho en chiringuitos callejeros. El propietario de la casa no puede entender para qué queremos nosotros un frigorífico combi o una alacena en la cocina. Aquí compran una mazorca de maiz o una sopa en la calle y a correr. A mí me han educado a la antigua, y mi madre es gallega, así que necesito una cocina de verdad, y en esas estamos. Habrá que ser imaginativos porque dinero no nos sobra y aquí las cosas "occidentales" son bastante caras. Estamos buscando y comparando para hacer de la casa un verdadero hogar.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Buscando casa




Estamos a la búsqueda de nuestro hogar en Bali y está siendo algo más difícil de lo que pensábamos. Desde que nos instalamos en Sanur, no hemos hecho otra cosa que ver casas (y cuidar de nuestro lechón, que no es poco) pero aún no tenemos nada que nos convenza del todo. Bueno, miento, el viernes vimos una casa maravillosa, pero está bastante fuera de nuestro presupuesto. Vamos a intentar hacer una oferta a ver si nos la rebajan.


Los días pasan deprisa y tenemos la sensación de llevar aquí un mes, aunque han sido poco más de dos semanas. La isla es mucho más grande de lo que parece, y aunque las distancias no son muy largas, hay un tráfico de mil demonios y las carreteras son muy malas, de forma que los desplazamientos se hacen eternos. En nuestro afán por conocer la isla y así encontrar nuestro lugar en el mundo, hemos visto de todo: playas y paisajes muy bonitos, y también algunos nucleos turísticos masificados y playas sucias como estercoleros. En Bali los contrastes son tremendos, y frente a una casa espectacular ves grandes muestras de pobreza y subdesarrollo. Después de movernos durante unos días con un conductor, finalmente decidimos que lo mejor era alquilar un coche y D., que está hecho un valiente, se animó a conducir por la izquierda en esta isla de locos y temerarios al volante. El primer día casi arrancamos un retrovisor, pero gracias a la pericia de mi amado no ha habido más contratiempos.


esta es la playa que no sale en el folleto turístico, pero atención a la casa de detrás

Niños preparando ofrendas, la niña lleva una navaja en la mano!