domingo, 30 de enero de 2011

Razones para vivir en Bali: Turtle Island

Hay una playa cerca de Sanur que no es muy conocida y apenas aparece en las guías, pero se ha convertido en una de mis favoritas. La llaman "Turtle Island", "Serangan" en indonesio, y se accede a ella a través de un puente de un kilómetro que se toma desde el "Bypass", más o menos a medio camino entre Kuta y Sanur.

Es una playa ideal para surferos, especialmente en la época de lluvias, ya que los vientos benefician la zona este de la isla entre noviembre y marzo. Curiosamente, mientras olas de dos o tres metros azotan el arrecife y hacen las delicias de los amantes del surf, en la orilla el mar está como un plato, y el agua cristalina es también apta para niños.

No es una playa popular, por lo que siempre está casi vacía, y en cuanto te bajas del coche te reciben tres o cuatro señoras ofreciéndote masajes y tortuguitas de ganchillo que ellas mismas tejen. La playa está flanqueada por ocho o diez "warungs" algo desvencijados, pero muy baratos, donde tomar una cerveza y un "nasi goreng" por unos dos euros (hamaca incluida). Además de disfrutar del mar y relajarse, hay también en Serangan un templo llamado "Pura Sakenan" y un pequeño pueblo de pescadores que seguramente merecen una visita, y nos prometemos hacerla cada vez que vamos, aunque nunca llega el día...


El acceso, como es habitual en Bali, no está indicado en absoluto, pero se trata de una carretera de doble sentido, muy visible, frente al centro comercial "LotteMart". Al pasar el control hay que conducir por caminos de tierra llenos de baches durante un par de kilómetros...Nadie dijo que fuera fácil. Pero la recompensa merece la pena.

lunes, 24 de enero de 2011

Españoles en Bali

En Bali hay muchos más españoles de lo que yo imaginaba. Creo que la Embajada tiene contabilizados unos 150, pero estoy segura de que son muchos más. La noche del sábado uno de ellos organizó una fiesta de cumpleaños en su preciosa casa de Canggu y reunió a unos 20 españoles de lo más variopinto mezclados con algún que otro “guiri” que le daba a la “party” un sabor más cosmopolita. Había allí canarios con mucho “savoir faire” (los anfitriones), una sevillana con muxo arte, madrileños que intentaban tener arte (pero ni la mitad), una gallega muy guapa, una malagueña la mar de estilosa, catalanes con ganas de fiesta, valencianos achispados, un vasco con sombrero mexicano… y lo que me perdí entre Bintang y Bintang. 


Escuchando música de Melendi, Luz Casal y Ketama, dimos buena cuenta de la tortilla de patata, el gazpacho, las papas con mojo, las sardinas a la brasa, el mejor guacamole que yo he probado, ensaladilla rusa y otras delicias… En un momento dado aparecieron tres invitadas vestidas de flamencas y aquello fue el novamás. A mí es que es salir de España y me sale el folclore por todos los poros, así que el momento flamenco me alegró la noche, y de haber tenido una bandera a mano la hubiera puesto a ondear sin duda. Una no tiene ni idea de bailar flamenco, ni sevillanas, ni rumba, pero oye, que te saquen de casa y de pronto se te va la mano y el movimiento de muñeca parece que es hasta más fácil. Y es curioso cómo lejos de España se aligera también el peso de las diferencias, y es más fácil que nos llevemos bién entre nosotros cuando estamos a 30000 kilómetros. Seguramente las personas que compartieron risas la noche del sábado no lo hubieran hecho de encontrarse en España, porque cada uno era de su padre y de su madre. Tal vez nisiquiera se hubieran conocido. No sé si su RH era el mismo o diferente, nadie habló de eso ni de autonomías, cuotas lingüísticas o estatutos. Porque aquí los lazos que nos unen son mucho más fuertes que los que nos separan. Y dá gusto sentirse tan cerca de casa estando tan lejos. Y más si es comiendo tortilla de patata y ensaladilla rusa. 

lunes, 10 de enero de 2011

Nacer niño en Bali


Hoy me he quedado sin "Pembantu", que es la palabra indonesia para designar a la "asistenta", "housekeeper", o, para ser más exactos, ángel de la guarda que hace todo lo que a mí no me gusta hacer. Resulta que la chica estaba embarazada, y, como hay cosas en la vida que son inevitables, este fin de semana ha dado a luz a un precioso bebé.

Y no os cuento esto para lamentarme del futuro que me espera, plumero en mano, sino porque mi conversación con Dayu unos días antes de dar a luz bién merece ser compartida aquí:

Yo: Dayu, quería pedirte si me puedes recomendar a alguna persona que venga a ayudarme después de que tú tengas el bebé.
Dayu, Ibu, no se preocupe porque yo solo voy a tomarme una semana de baja después del parto.
Yo, muy incrédula, ¿vas a dejar a tu bebé recién nacido con sólo una semana?
Dayu, sí, porque necesito el trabajo, y mi familia puede cuidarle. Además, si el bebé es una niña, como yo he tenido ya otras dos niñas, se lo voy a dar a mi tía. 
Yo, más incrédula aún, ¿quéeeeee?
Dayu, Bueno, es que mi tía la pobre ya ha tenido diez abortos, y está muy triste porque quiere tener un bebé y no puede... y como yo ya tengo dos niñas... En cambio si es un niño lo criaré yo. 
Yo, pero, pero, pero... señalando su tripa horrorizada, ¿cómo vas a dar a tu niña a nadie? ¡Es tu bebé! tú ya eres madre y sabes lo que se siente. No puedes entregarle así como así.
Dayu, bueno, ya lo sé, pero vivimos todos juntos así que yo igualmente la vería crecer, y mi tía me lo ha pedido desde hace mucho tiempo, ya me pidió que le diera a mi segunda hija... Además, hemos estado rezando mucho para que fuera un niño, y he prometido este sacrificio en mis oraciones.

Me dejó sin palabras. No sé si es un acto de generosidad o una barbarie. Aquí las tradiciones mandan, y, en las familias hinduistas, es el hijo varón quien continúa el linaje, trabaja las tierras de la familia, y cuida de los padres cuando envejecen. La mujer en cambio se casará y formará parte de otro clan en el futuro, así que ellas son una mala inversión.

Nacer niño en Bali es toda una suerte. Yo diría que es una suerte en cualquier parte del mundo, pero en occidente al menos no es tan evidente. Esta reflexión me daría para otro post, o un blog entero, pero hoy no tengo tiempo.... me he quedado sin "pembantu". ¡Ha sido niño!

martes, 4 de enero de 2011

Razones para salir corriendo: Internet


Como os decía en este otro post, en Bali te encuentras todos los días con razones para quedarte y otras para salir corriendo hacia algún lugar del primer mundo. Estos días nos hemos dado de bruces con una realidad, y vais a tener que perdonarme por el lenguaje pero no encuentro palabras mejores para explorarlo: en Bali sin Internet estás jodido. Y así llevamos desde que comenzó el año, desconectados. Mientras cenábamos la última noche del 2010, el año decidió despedirse con una tormenta de las que hacen época, y uno de los rayos cayó tan cerca de nuestra puerta que el router murió en el acto. Desde entonces las ondas wifi nos han abandonado ye estamos en un sin vivir. Internet es aquí mucho más que un hobby, es una necesidad. Con internet trabajamos, "blogueamos", hablamos por teléfono (viva Skype!), vemos la tele, enviamos fotos, leemos el periódico y nos enteramos de lo que hacen los amigos vía facebook. Sin Internet nos sentimos aislados y solos, y de pronto los tropecientos mil kilómetros que nos separan de casa parecen aún más.

D. y yo andamos como yonkys, iphone en mano, a la búsqueda de una señal wifi abierta que nos permita descargarnos el correo o actualizar facebook. Enfermos? Tal vez un poco. Para solucionar el asunto he hablado ya unas cinco veces con la compañía y me aseguran que han dado curso a mi queja y que se presentará un técnico "today". Si ya generalmente, en el primer mundo se entiende, éstas son gestiones complicadas, en Bali la tarea de lograr que un técnico de la compañía telefónica acuda en tu ayuda es apta solo para aquellos con nervios de acero. Lo que puede llegar a crisparte aquí es que nadie te dice que no. Tú les preguntas, ¿va a venir el técnico por la mañana? y la respuesta es sí, pero si les preguntas, ¿va a venir a las cuatro de la madrugada? dicen, "maybe".... No lo he probado pero creo que si les preguntara, ¿va a venir volando en su helicóptero? la respuesta sería, "of course miss".

Según me han dicho mañana vendrán a instalarme un nuevo router y, crucemos los dedos, estaremos otra vez conectados. Mientras tanto, posteo desde el "internet lounge" del Hotel Puri Santrian, que es para mi gusto el mejor hotel de Sanur. Este maravilloso resort tiene la "cortesía" de regalarme su wifi con vistas al mar. No hay mal que por bien no venga.