miércoles, 27 de octubre de 2010

Comer, Rezar, Amar

El templo de Uluwatu está construido al borde
de un espectacular acantilado
Me avergüenza bastante reconocer que hasta el pasado sábado, cuando nos dimos un paseo por Uluwatu, no había puesto un pie en un solo templo balinés. Y eso que los hay por todas partes. Llaman a Bali la "isla de los Dioses" y no es por casualidad. Aquí todo gira en torno al hinduismo, a las ceremonias rituales, a las ofrendas y a las tradiciones. Al amanecer, al atardecer, con luna nueva, llena... cualquier motivo es bueno para que los balineses honren a sus divinidades en los templos, en la playa o incluso en plena calle. Pero nos invade esa desidia de, "como vivo aquí y tengo todo el tiempo del mundo, pues ya lo haré otro día". Tampoco en Madrid íbamos al Prado muy amenudo, y a la Almudena mucho menos. Algo tiene que ver también el tener un lechón poco interesado en la cultura local si no es para saltar encima de una ofrenda de las que encontramos por doquier. 

Pero para qué engañarnos, somos lo típicos turistas cafres que no han leído más de dos líneas de la parte de la guía titulada "Historia y Cultura", y que se limitan a aprender sobre las mejores formas de regatear, qué pedir en los restaurantes o cuáles son las playas más cool... No nos hemos interesado por conocer la historia, la herencia y las costumbres de un pueblo tan distinto a nosotros que deben de vernos como auténticos marcianos. La maravillosa novela que estoy leyendo, "Comer, Rezar, Amar", de Elizabeth Gilbert, me ha hecho darme cuenta de todo esto no sin bastante sentimiento de culpa. Como supongo que sabréis, porque es un BestSeller cuya adaptación cinematográfica, con Julia Roberts y Javier Bardem como protagonistas, está ahora de estreno, es la historia autobiográfica de una mujer que, en plena crisis personal, emprende un viaje catártico que le llevará por Italia, India e Indonesia (Bali). Ahora que la protagonista ha llegado a Bali, una servidora descubre infinidad de cosas sobre el lugar donde vive. Aquí os dejo unos párrafos que retratan de maravilla la esencia de la sociedad balinesa.
"La sociedad balinesa es como una matriz matemática, una malla invisible de almas, objetivos, caminos y costumbres. Todo balinés sabe perfectamente el lugar que ocupa en este enorme mapa intangible. Basta con fijarse en los cuatro nombres que comparten casi todos los ciudadanos balineses -Primero, Segundo, Tercero, Cuarto-, recordándoles el puesto que les corresponde en la familia a la que pertenecen".
"Otra cosa que tiene una importancia fundamental son las ceremonias religiosas.(...)Se calcula que la típica balinesa pasa una tercera parte del día preparándose para una ceremonia, participando en una ceremonia o recogiendo los restos de una ceremonia. Aquí la vida es un ciclo constante de ofrendas y rituales. Todos deben seguir un orden y hacerse con una intención concreta para no romper el equilibrio del universo. Margaret Mead escribió sobre el "increíble ajetreo" de los balineses, y es verdad; en una casa balinesa apenas hay un momento de ocio. Ciertas ceremonias se celebran cinco veces al día y otras son diarias, mensuales, anuales..."

1 comentario:

  1. El disponer de tiempo y tranquilidad, como cuentas en otra entrada, supondrá muchas ocasiones de conocer la tierra que pisais, seguro. Hablas de la novela y por un momento me ha parecido como si tú fueras la protagonista de otra... puede que acabes teniendo un libro que escribir :-) Un saludo!!

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