martes, 15 de febrero de 2011

Razones para salir corriendo: Ratones

Hemos estado muy ocupados esta semana intentando librarnos de una desagradable visita: ¡los ratones!

En Bali están por todas partes, y no es raro ver trampas para ellos en las esquinas de restaurantes, oficinas y hasta bancos. Nosotros hasta ahora nos habíamos librado, y ya nos había dicho mucha gente que teníamos suerte, porque todo el mundo los sufre de una un otra forma. Marido, que fue "boyscout" en sus años mozos, aseguraba que no teníamos ratones gracias a que vivimos en una casa construida sobre un pequeño lago. Yo estuve rebatiendo su brillante teoría diciéndole que yo había visto más de una vez ratones asomarse entre las rocas de la playa , y que a mí, pobre urbanita ignorante, me parecía que aquellos bichos sabían nadar tan bién como él y como yo. Pero él empeñado oye, erre que erre, en que no hay ratas en las casas construidas sobre el agua y que precisamente por esa razón la construcción se hace así.


Bueno, pues mi exboyscout ha tenido que darle la razón a esta pobre indocumentada en lo que a roedores se refiere. Y confirmo. Saben nadar.

Algo sospechábamos después de escuchar ruidos en la cocina en plena noche y encontrar patatas mordidas por la mañana. Dayu me miró con cara compasiva cuando le dije que creía que era un gato, y me dijo: "ibu, i think it is a mouse". Y tuve que ser yo la que viera a una enorme rata esconderse detrás de la nevera cuando fui, ,descalza, a por un vaso de agua. Por poco me da un patatús. Lagartijas, deacuerdo, mosquitos, los que haga falta, arañas, bueeeeno, pero ratones y ratas, NO! POR FAVOR!
Viendo mi cara horrorizada y la angustia vital que me embargaba, mi exboyscout me dice para consolarme:

- No te preocupes, los ratones no saben subir escaleras.

Esa ya no me la tragué, su credibilidad como experto en roedores había quedado seriamente mermada después del asunto del agua.

Al día siguiente compré unas trampas y veneno, y por suerte esa misma noche cayó la rata. Desde entonces hemos atrapado ya a dos ratones más. Uno de ellos en el piso de arriba. Pues eso, que también saben subir escaleras.

4 comentarios:

  1. Ale, esto tenía gracia desde el principio pero lo que me parece es que cada vez está mejor escrito. Igual tu destino es quedarte allí y hacerte escritora :-)
    ¿Cómo va el lechón?
    Muchos besos desde el frio polar.
    Mamen

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  2. Osti, qué miedo. Yo no sé si podría. Ni siquiera puedo mirar fente a frente a un hamster. Uy qué repelús. Escribe pronto una de las razones para quedarte porque me he quedado con mal cuerpo. ¡Me encantan tus blogs!

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  3. Mamen, eres un sol. A ver si tienes razon en lo de hacerme escritora, lo estoy intentando pero si para poder llamarme escritora me tienen q pagar por ello... Lo veo complicado! El lechón está divino! Lo puedes ver en mi otro blog, besos calurosos

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  4. Metafrasida, yo también odio los hamsters, hurones, conejos... Cualquier roedor! Así q lo llevo fatal! Pronto escribo una razón para quedarse, si es q no he salido corriendo! Mil gracias

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